My Chemical Romance - Helena

HIM - Deep Shadows And Brilliant Highlights

HIM - Deep Shadows And Brilliant Highlights

1. Salt In Our Wounds
2. Heartache Every Moment
3. Lose You Tonight
4. In Joy And Sorrow
5. Pretending
6. Close To The Flame
7. Please Don't Let It Go
8. Beautiful
9. Don't Close Your Heart
10. Love You Like I Do

Punta Cana: Dia 8

domingo 11 de febrero de 2007

Sin quitarnos el pijama, bajamos a desayunar. Vaya pintas que llevabamos. Carlos Gustavo con el típico pijama pijama (vamos, que lo ves a un kilómetro y dices "ese tío va en pijama"), yo con mi kimono, Ángel más que pijama parecía que llevaba unos calzoncillos de pata... Pues así desayunamos.

Llegó el momento de hacer las maletas. Tras asegurarnos de que en la habitación no quedaban más cosas que cuando llegamos, nos fuimos a la de Mari Carmen a enrollar maletas en plástico, proceso también conocido como encondonar la maleta. Para comer, fuimos al "Steak House", mi restaurante favorito. Pedazo de chuletones que ponen allí! Eso hay que verlo. También estaba muy rica la sabana de buey, y el sirloin y el tenderloin que, según nos explicó amablemente una camarera, son "un tipo de carne" y "otro tipo de carne" respectivamente. Los últimos daikiris en el cripta y, como no, el último paseo en el trenillo, liándola como siempre.

Como teníamos que ir a las 18:00 al aeropuerto y el avión no despegaba hasta eso de las 22:00, se me ocurrió que podíamos llevar unas pizzas de esas de gratis del hotel para no pasar hambre. Allí nos presentamos, con 12 pizzas. No se como no se nos lanzaron los perros que había por el aeropuerto. Llegó un punto, al ir a entrar a la zona de embarque, donde un guarda de seguridad nos dijo que no podíamos pasar con las pizzas, así que nos las comimos allí con el, con una botella de ron extra viejo. El guarda muy majo, le dimos unos trozos de diabola y nos trajo naranja para el ron, que quieras que no entra mejor.

Justo antes de embarcar, vimos un monitor en el que ponía "ESPA?A", con lo que nos salió la vena informática e improvisamos nuestra última canción del viaje, que decía algo así como "UTF-8! UTF-8!" El viaje afortunadamente pasó rápido, porque el avión en que nos metieron era bastante incómodo. Y así volvimos a Ciudad Real y terminaron nuestras vacaciones en el paraíso.

FIN
(yo el año que viene vuelvo)

Punta Cana: Dia 7

sábado 10 de febrero de 2007

El último día de hotel. Había que aprovechar bien. Por la mañana cogimos una barca de pedales y unos kayaks, y llegamos hasta una jaula mar adentro donde se supone que había unas rayas. Más tarde fuimos a la parada de autobús, donde habíamos quedado con Omar para que nos llevara a comer langosta. Allí el autobús funciona más o menos como el metro. De vez en cuando, cuando venía otro autobús de frente, paraban y la gente hacía trasbordos según a donde fueran.

Finalmente llegamos a Higüey. Estaba lloviendo, pero la lluvia no molestaba mucho. Omar nos llevó a un restaurante que conocía, donde comimos langosta o como dicen ellos "langostinos", porque langosta es como llaman a las gigantes. Dando una vuelta por la ciudad, probé la caña de azúcar . Por lo visto los haitianos la comen mucho, por lo que tienen los dientes muy blancos. También nos hicimos una foto en una tienda de informática con un cartel que decía "Don'tworry. I won't byte" (chiste de informáticos, no te preocupes si no lo pillas). Por lo general, había mucha pobreza entre la gente, pero aún así se les veía felices. Es esa forma de ver la vida que tienen allí y de la que te das cuenta al poco de llegar. Todo con calma, sin problemas.

A la vuelta, al subir al autobús vimos una papelera al fondo del pasillo y Omar nos dijo que era para sentarse. Todos nos reímos por el "chiste". Lo mejor fue cuando el autobús se llenó de gente y el cobrador puso un cojín sobre la papelera para que se sentara un tío. Pasé el viaje hablando con unos dominicanos, que me contaron cómo están las cosas por allí y me ofrecieron un trago de ron (si, ron en el autobús, igualito que aquí).

Por la noche fuimos a la discoteca, como siempre. Allí estaban las crujientes disfrazadas de cubata, disfraz consistente en llevar puesta una bata y una "Q" en la cabeza, vamos que quien lo diseñó era aficcionado a los jeroglíficos. Como no las dejaron entrar en la disco les sacamos unos cuantos cubatas (de los de verdad), aunque con la simpatía que derrochaban, lo mismo deberíamos haberles sacado tequila con mucha sal, para que fueran menos sosas.

Un baño en la playa, con su correspondiente "snorkel" y, al final de la noche, fiesta de pijamas. Nos juntamos unos cuantos en mi habitación y abrimos una botella de ron extra viejo para echarnos unos chupitos. Eso quema por donde pasa. A Justo le dió por llamar a la habitación de abajo para decir "where is my liton?". A saber la cara que se le debió quedar a quien cogió esa llamada a las 5 de la mañana. Por último, Mari Carmen se quedó dormida y Justo dijo "Desmonte. ¿Dónde están las llaves de su habitación?". Y así fue como me enteré de lo que es un desmonte. Mejor de esa forma que sufrirlo en mi propia habitación. Puto Justo XD Les metieron un colchón en el cuarto de baño, los zapatos colgando de los cuadros y con los bikinis se disfrazaron de ultrahéroe (sí, hay fotos XD)

continuará...

Punta Cana: Dia 6

viernes 9 de febrero de 2007

Hoy toca la excursión "Seaquarium". A ésta sólo nos apuntamos Pablo, Mari Carmen y yo, aparte de las crujientes. Primero nos explicaron qué íbamos a hacer y nos hicieron firmar un papel en el que básicamente se lavaban las manos de todo. Pasamos a ver los leones marinos, que son muy parecidos a las focas, pero tienen sus diferencias. Son unos bichos muy graciosos.

Luego nos llevaron en lancha a una plataforma en medio del mar. Allí nos pusieron una escafandra y estuvimos dando un paseo por el fondo del mar. Vimos peces tropicales, una caracola enorme y un submarino hundido. Era curioso andar por el fondo del mar, por lo que nos dijeron era muy parecido a andar por la luna. Finalmente, lo mejor de la excursión, a nadar con los tiburones! Eran tiburones gato, vegetarianos, pero aun así eran enormes y estaban a 3 metros de nosotros, sin ninguna jaula ni nada.

Punta Cana: Dia 5

jueves 8 de febrero de 2007

9:30 de la mañana. Tortitas y beicon para desayunar, con un zumo natural recién preparado y colacao. Que bien nos dan de comer! Éste día tenemos previsto comprar ron para llevar a casa. Salimos del complejo por una puerta lateral algo escondida y cogimos el autobús a Plaza Dominicana. Al llegar allí, todo el mundo quería pasarnos a su tienda. El chupito de mamajuana venía de serie. Pasamos por varias tiendas. En todas tenían prácticamente lo mismo: ron, mamajuana, camisas caribeñas... Al final acabamos en la tienda de Armando el baratero. Allí conseguimos buenos precios. La botella de mamajuana, por la que pedía 18 $, conseguí dejarla en 10 $. También compramos camisas, muñecas sin rostro, cuadros... y por supuesto ron. Entre ron extra viejo y mamajuana nos dejamos 400 $, lo que en España valdría probablemente el triple.

Para volver cogimos un taxi, porque no nos veíamos metiendo todo el ron en el autobús. Los taxis en Punta Cana, pues como los autobuses, reinventan las normas de circulación. Cuando llegamos al complejo, en mitad de una rotonda, nos preguntó a que hotel íbamos. "Al Caribe Beach". Pues el tío frenó el taxi y dio marcha atrás en la rotonda.


Por la tarde volvimos a jugar al minigolf. Aquí destacó el "nenúfar in one". Sólo podía ser Fer. Había una zona del minigolf que estaba junto al río, y alguna que otra bola solía darse un baño. Pues a Fer se le fue una bola al agua, y al mirar resulta que había caido justo en medio de un nenúfar.

Punta Cana: Dia 4

miércoles 7 de febrero de 2007

6:00 de la mañana. Modo zombi. ¿Realmente era necesario que la excursión fuera tan temprano? No pasa nada, ya tendremos tiempo de dormir cuando volvamos a clase. Nuestra primera excursión: Altos de Chavón e isla Saona. Nuestro guía es Rubén Darío, un tío muy majete que nos va explicando por dónde vamos, así como curiosidades dominicanas. Pasamos por La Otra Banda y Higüey, donde está La Altagracia, una catedral con un aspecto curioso.

El autobús es como si estuvieras metido en un GTA. Allí hay 2 carriles, como aquí, sin embargo poseen una tecnología especial para los adelantamientos, que genera un tercer carril virtual justo en medio. Me explico. Allí da igual tener un todoterreno delante y otro viniendo de frente, si el autobusero dice que adelanta, por sus huevos que adelanta. Y no veas como nos los ponía a nosotros. Lo peor es cuando dicen "No pasa nada, si esto es normal". Aquí nace la expresión "Tienes más peligro que los autobuses de Punta Cana".

Llgamos a Altos de Chavón. Nos cuentan que es el regalo de un estadounidense, que hace 50 años le dió por construir un pueblo imitando una ciudad medieval europea. Vamos, que le sobraba el dinero y tiempo libre. El sitio es bonito. Tiene un anfiteatro, un campanario al que se puede subir y tiene un cartel que dice "No tocar las campanas" (nos leyeron la mente a todos) y por allí pasa el río Chavón, donde se rodó Rambo 2 y Apocalypse Now. Las vistas del río son preciosas.

Ahora viene la parte de isla Saona. Nos montamos en unas lanchas para que nos acerquen al catamarán, y allí empieza el cachondeo. Barra libre, bikinis por todas partes... eso parecía un videoclip del caribe mix. Hasta pasó a nuestro lado un grupo de delfines. Lo pasamos genial en el catamarán, excepto Fer, pobrecico que mal lleva lo de los barcos. Llegamos a isla Saona. Las islas tropicales paradisiacas de los posters existen de verdad. Comemos y vamos a la playa a darnos un baño. Cuando nos estabamos bañando, Justo consiguió quitarle el bañador a Fer y salió corriendo hacia la isla, con Fer corriendo en bolas detrás de él. Toda la playa partiéndose y aplaudiendo. Menuda escena XD Por último volvimos en lancha, haciendo una parada en una piscina natural en medio del mar, donde vimos alguna estrella.

Para terminar la excursión, pasamos por el museo del tabaco, donde nos enseñaron como fabrican los puros. También nos enseñaron su obra especial, el "Lewinsky", un puro de medio metro.

Punta Cana: Dia 3

martes 6 de febrero de 2007

Por la mañana, Pablo y yo nos acercamos al mercado de al lado del hotel a echar un vistazo. Nada más llegar, un tio nos dice que pasemos a su tienda y nos regala unos colgantes. Al salir, lo mismo, otro dominicano nos intercepta y nos invita a su tienda y a unos chupitos de mamajuana. Por lo que vemos todas las tiendas tienen lo mismo: ron, mamajuana, cuadros, muñecas sin rostro, timbales... Me hace falta un bañador, y aquí llega el primer regateo. Nunca había regateado, pero por lo que oí en la Republica Dominicana es deporte olímpico. De los 30 $ que me pidió por el bañador, conseguí que me lo dejara en 18 $. Supongo que podría haber bajado algo más, pero para ser la primera vez no está mal.

De vuelta en el hotel, vamos a la playa donde están todos. Lo mismo de la mañána anterior: aerobic, cócteles... eso si, mi habitual blanco de piel se ha transformado ya en un rojo cangrejo que jode bastante (y eso usando protector factor 30). Cogimos también unos kayaks para dar una vuelta por el mar.

Por la tarde fuimos a jugar al minigolf. Nos perdimos por el campo de golf grande, pero al final encontramos el de minigolf. Después de algunas coñas con el tio del minigolf, nos repartimos en grupos y jugamos, con más o menos maña. Lo bueno fue cuando terminamos de jugar. Junto al campo había un río con nenufares, y Fer pensó en lo bien que vendría uno para poner la copa en la piscina, así que cogió uno. Como puede verse en la foto, los nenúfares de allí son enormes.

Y para volver al hotel, cogimos el trenillo. El trenillo era nuestro medio de transporte, forma de coger fresco cuando nos asabamos en el Ameridium y, sobre todo, donde más cantabamos y hacíamos el gañán. Cuando ibamos montados en el trenillo todo el mundo sabía que eramos españoles. Hasta nos conocían los conductores. Nuestro trayecto favorito era por la zona del minigolf. Una recta y al final una curva muy cerrada, bautizada como la curva de Ayrton Sena, y pedíamos al conductor que le diera 2 vueltas.

Al llegar al hotel, había que hacer parada obligatoria en el Cripta (el bar de al lado de la piscina) para repostar. El cripta era nuestro lugar de reuniones, siempre había alguien de los nuestros por allí. Piñas coladas, daikiris, cocolocos envenenaos, chupitos de mamajuana... Nos cuidaban bien en el Cripta. Alli conocimos a Omar, uno de los camareros, y quedé con él en que nos llevara un día a comer langosta.

Ese día nos fuimos pronto a dormir. A la mañana siguiente había que madrugar.