Verano 2010
Lo he ido dejando, pero quiero dejar constancia en el blog de los viajes que he hecho este verano, a ver si lo retomo y publico más a menudo.
Almuñecar
A finales de Julio fui unos días a Almuñecar. Como este año ningún amigo estaba disponible para unos días en la playa, elegí un sitio al azar y me puse en camino con la moto. Lo bueno de viajar sólo es que sales, paras y vas como te da la gana. La ruta fue muy sencilla, por la nacional hasta Almuradiel y el resto en autovía. El hotel Casablanca está bien para lo que necesitaba. No tiene grandes lujos, simplemente un sitio donde dormir, pero está al lado de la playa (que es justo lo contrario de lo que me gusta: una playa de piedras y agua fría).
A parte de la playa hice algo de turismo por allí. Estuve en el Castillo de San Miguel, el parque ornitológico Loro Sexi (Lo de Sexi es por el nombre del pueblo en época de los Fenicios) y la Cueva de Nerja.
Al volver de Almuñecar tuve unos días de descanso en casa, que pasaron rápido hasta que llegó la Zurra y la Pandorga. Y tras dormir unas horas después de la Pandorga, a Madrid. Y de allí, a Berlín.
Berlín
En Berlín te puedes apañar perfectamente hablando inglés. Cuando llegué a la estación de S-Bahn (el metro de superficie) fue a recogerme Thomas, el novio de Mariló. Para mi sorpresa el tío habla español bastante bien. A diferencia de España (desde la ley seca), allí beber una cerveza por la calle o sentado en un parque es lo más normal del mundo. Por todas partes hay tiendas en las que comprar cerveza; lo que cuesta es elegir una entre todas las marcas que hay.
El tiempo que estuve allí no paré: visité Alexanderplatz, el Fernsehturm, Pergamonmuseum en la Isla de los Museos, East Side Gallery, Checkpoint Charlie... Un día recorrí 12 km andando, y al siguiente hice 30 en bici. Allí se usa mucho la bicicleta, incluso para salir de fiesta por las noches. También me sorprendió que pese a la fama de fríos que tienen los alemanes en realidad son bastante amables. Fuimos a cenar a un par de casas de amigos de Mariló y Thomas y me trataron muy bien, incluso hablando en inglés entre ellos para que todos nos entendiéramos.
Es una ciudad muy bonita, con mucha vegetación, parques e incluso bosques, y tiene muchas opciones en cuanto a cultura y ocio. Me gustó mucho, he hecho podría ser un buen sitio para irme a vivir de no ser por los -15º que hace en invierno.
